Sexo desde el Feng Shui


Yin y Yang en el Sexo

En tiempos de cambio constante y acelerado, tiempos de pensamiento lateral, donde la moda cambia casi al mismo tiempo que cambias de calcetines y todo parece desmoronarse y reaparecer en un suspiro, la propuesta de hoy es, a la vez, antigua y moderna y es que, plantear el erotismo (o el sexo) desde aproximaciones poco convencionales puede ser una fuente inagotable de sorpresas y satisfacción ¿El Tantra, estás pensando? No, Hoy es tiempo para el Feng Shui en el sexo.

El Feng Shui es una disciplina milenaria que fundamenta su edificio filosófico y formal en la alternancia de dos principios, Yin y Yang, contrapuestos a la par que complementarios. Ambos necesitan el uno a otro para permanecer y desarrollarse. Coexisten al tiempo se dan sentido el uno al otro hasta el extremo, cosa curiosa, que el final del primero de ellos es el principio del segundo y al revés. ¿Te recuerda algo?

Sexo desde el Feng Shui

En el erotismo –en el sexo directamente–, este principio rige de la misma manera y, por supuesto con independencia del género de tu pareja, la proporción de ambas energía debe ser equitativa para que nuestra vida sexual pueda desarrollarse de manera plena.

Erotismo y pareja…

Partiendo de esta visión, lo ideal para gozar de una vida erótica y sexual equilibrada es que ambos matices de la energía vital estén en equilibrio dinámico y por tanto se alternen de manera suave y ondulante. Vayamos cambiando hábitos, pensamientos, facetas en un fluir constante desde las posiciones más pragmáticas, rápidas, casi pueriles hasta las más introspectivas, reflexivas, maduras, y al revés. Este principio, además, es aplicable tanto a nuestro universo erótico particular como también, por supuesto al ámbito de la pareja. Alternar y navegar de un extremo a otro para regresar nuevamente al origen es la clave.

Por ejemplo, un exceso de yang en nuestras relaciones (amistad, erotismo, sexo, complicidad) siempre las conducirá hacia un final abrupto y precipitado. Perfilará relaciones de poca duración, de muy poca profundidad en que será imposible conectar de verdad con la otra persona, y encontrar la propia. Si ambas partes de la pareja (o del trío…) adoptan de manera sistemática e inamovible una posición excesivamente Yang, si bien en un primer momento puede haber mucha diversión, rápidamente la relación se extinguirá y raramente colmará nuestro deseos, anhelo… Será una relación que constantemente necesitará atención y combustible y, de manera obsesiva, buscará nuevas experiencias aunque nunca alcanzará la satisfacción… Será frustrante y, en algunos casos, no exenta de ciertas dosis de violencia.

El fuego nunca se ha llevado bien con el fuego, y sin madera o sin receptáculo que lo contenga, sus días (horas, segundos) están contados. Acción sin dirección.

Feng Shui. Yin  Yang

Por otro lado un exceso de Yin en nuestras relaciones nos llevará inequívocamente hacia un nivel de profundidad obsesivo, en el que probablemente ambas partes de la pareja se disolverán el uno en el otro. Se conocerán al milímetro pero se aburrirán como las ostras del mar y se abandonarán en la abulia.

Si ambas partes de la pareja (o del trío…) adoptan preferentemente un rol Yin, su comprensión del universo de la pareja y del otro, será extraordinario pero se agotaran rápidamente las nuevas ideas, la capacidad de acción y de generación de espacios de experiencia. El agua siempre busca el estado de máximo reposo mientras ofrece una resistencia nula y una adaptación total a la forma del receptáculo que la contiene. Dirección con capacidad nula de movimiento.

Resumiendo, ambas partes de una pareja (o del trío J ) deben valorar la idea que la satisfacción y el placer, la sensación de plenitud y conexión -incluso con una pareja esporádica- encuentran su mayor aliado en la flexibilidad y alternancia entre los roles: quien seduce, quien conquista, quien dirige, quien empuja, quien cabalga, quien se deja guiar, quien atiende, quien proporciona, quien nutre, quien da, quien recibe…

En el erotismo, el monocromo, esto es, la ausencia de matices o la falta de alternancia entre ellos es el billete directo hacia el aburrimiento

Sugerencias desde el Feng Shui

Para explorar tu otra polaridad, plantéate qué es lo que normalmente siempre haces y observa también atentamente que es lo que siempre/nunca hace tu pareja.

Roles

  • Si siempre estás encima… Aprende a estar debajo.
  • Si eres muy serio y trascendente… Lánzate a jugar.
  • Si hablas mucho… Contente. Deja el él/ella sea la que hable.
  • Si es él/ella quien siempre empieza… Descubre maneras de ser tú quien inicia la aproximación hacia tu pareja.
  • Si siempre te encanta que me digan lo bien que lo haces… Explora la posibilidad de volverte un alumno inexperto durante un ratito.
  • Si te encanta mandar… Aprende a recibir órdenes.
  • Si te encanta ser un poco violento… Déjate seducir y seduce sólo con caricias.
  • Si prefieres mucha gente… Aprende a concentrarte en una sola persona.
  • Si siempre hablas castellano… Haz el amor con tu pareja hablando en Ingles.
  • Si haces el amor callado y concentrado… Encuentra tu propia voz mientras haces el amor y cuéntale a tu pareja que es lo que te está sucediendo.
  • Si eres muy tácil, cinestésico, auditivo, visual… Pues nada, prueba a usar otra aproximación sensitiva para despertar tu erotismo…. O el de tu pareja.
  • Si eres independiente… Pide ayuda…

Y para ayudar desde fuera a la adopción de otros roles. Algunos tópicos, aunque no por ello, menos efectivos.

Circunstancias

  • Si siempre prefieres hacerlo de noche… Prueba a hacerlo de día.
  • Si siempre lo haces desnudo…. Prueba a hacerlo vestido o medio vestido, casi desnudo.
  • Si siempre haces el amor prácticamente a oscuras…Pues eso, compraos unos focos y observad lo maravillosa que es vuestra pareja.
  • Si siempre lo haces en la cama (un clásico) prueba a hacerlo en otro lugar o, si no puedes de ninguna manera, como mínimo date la vuelta y sitúa la cabeza al otro lado de la cama.
  • Si el sexo suele ser muy programado… Haz un rápido.

O cualquier otra variación que se te ocurra.

Recuerda no obstante, que lo más importante es el cambio de actitud interna desde el que te acercas al erotismo y a tu pareja. Explorar el otro lado de tu energía (el yin por el yang y el yang por el yin) es, como comentaba al inicio del artículo, una fuente inagotable de estupendas experiencias y una forma de enriquecer a tu erotismo.

Sólo piensa en qué es lo que nunca se te ocurriría hacer por aquello de “eso no va conmigo y, quizás incluso rozando el tono del artículo lo prohibido como seducción, explora tu otra faceta: dar por recibir, escuchar por hablar, hacer por observar, pensar por actuar y todos los cambios que se te vayan ocurriendo.

Buena travesía por tu lado Yin. Buena travesía por tu lado Yang.

Joan Miquel Viadé
Experto en Feng Shui, Terapueuta y Coach Personal. Más información sobre Feng Shui, http://www.joanmiquelviade.com/

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