El autoerotismo en los niños. Masturbación infantil


Qué hacer cuando la practican de manera pública?

Es un acto normal

Por María Fernanda

Foto: Lou & Magoo

En el mundo de los adultos, la manipulación de los genitales tiene que ver casi siempre con un deseo sexual, lo que no necesariamente ocurre con los niños. En realidad, aunque muchos de los padres sienten gran inquietud frente a sus hijos cuando estos comienzan a tocarse los genitales, el deseo que mueve a los niños a hacer esto no tiene connotaciones sexuales o emocionales, sino que es una simple sensación agradable lo que hay de por medio.

Cuando los padres saben que es el momento de quitarles los pañales a los hijos estos inmediatamente buscarán ir hacia sus genitales y esta acción puede que se acompañe de una erección del pene. En realidad, cuando el bebé aprende a tomar las cosas con sus manos también aprende a manipular sus genitales, sin embargo, cabe resaltar que la masturbación puede darse en cualquier edad. Luego, en la etapa escolar, casi un tercio de estos niños tienden a manipular sus genitales debido a que esto les causa placer y además, tiende a incrementarse cuanta más edad tengan. Sin embargo, es a los tres años de edad cuando los niños le ponen mayor interés a sus genitales en busca de un placer sensual bien en su pene o en su zona vaginal.

La edad es un factor decisivo

Es usual que entre los tres y cuatro años, los niños sientan una necesidad casi innata de explorar en sus propios cuerpos y también en los de sus padres, a esto se le llama curiosidad sexual que es una manifestación de esta necesidad.

Luego, entre los cuatro y los seis años de edad, los niños empiezan a desarrollar conductas que se relacionan con el sexo, como por ejemplo tocarse y rascarse la zona genital, masturbación con sus manos, poner objetos en la zona genital y frotárselos de manera rítmica, en ocasiones pueden mover todo el cuerpo, endurecer y poner rígidas las extremidades, y también algunas veces, ponen objetos entre las piernas que aprietan, presentan respiración irregular, rubicundez facial y sudoración. De hecho, masturbarse con objetos durante la niñez es algo bastante raro y podría ser síntoma de que el aniño ha tenido experiencias sexuales inapropiadas anteriormente.

Es normal

La masturbación es un tema normal en los niños, en realidad, los padres no tienen por qué preocuparse o tratar de negar esta conducta en sus hijos, ya que de reaccionar de manera exagerada es decir tratando de negativizar esta acción (dando a entender que es algo sucio o perverso) podría estar dándose un mensaje negativo con respecto a la exploración del cuerpo, es decir que su mismo cuerpo seria algo malo y esto podría causarle un daño emocional o algún complejo sexual traducido en sentimiento de culpa. Así, lo mejor es esperar a que el niño tenga mayor edad para comprender este tema como uno que se maneja como parte de su intimidad, pudor y privacidad de su cuerpo; por tanto lo mejor será que los padres acepten esta conducta como parte de la curiosidad de los niños y un acto totalmente normal.

Cuando la masturbación se practica de manera pública

Sin embargo, hay que tener en cuenta que la masturbación excesiva o la que es realizada de manera pública puede tener causas que pueden incluir la ansiedad, el nacimiento de un hermano, abuso sexual, alteración en la relación madre-hijo, o también que el niño haya visto el comportamiento sexual de sus padres.

Pero, ¿cómo saber cuando esta conducta es anormal?

Se puede considerar que esta conducta es anormal cuando el niño la practica después de los cinco o seis años de edad, de una manera premeditada y además cuando lo hace en lugares públicos. Se le considera anormal puesto que en esta edad el niño adquiere discreción y por tanto, la masturbación debe practicarla en privado.

¿Qué deben hacer los padres?

Cuando el niño se encuentre en otros lugares, lo mejor será distraerlo con diferentes juguetes o cualquier otra actividad. Sin embargo, si cualquiera de esas estrategias falla, lo mejor será decirle expresamente que dicha actividad debe hacerse en su propia habitación y no públicamente.

De otro lado, si el niño acude a una estancia, guardería o jardín de niños, debe pedirse al encargado que distraiga al niño cuando lo practique pero que jamás le diga algo como que dicha acción es mala.

La importancia de dar mimos

Se sabe que mientras más cariño se le dé a un niño, este se masturbará menos. De hecho si se reciben abrazos, mimos y cariños durante todo el día, o al menos una hora al día, el niño desarrollará mucho menos el instinto de tocarse los genitales; así las manifestaciones físicas de afecto son muy importantes.

¿Qué no se debe hacer?

No se debe castigar a un niño que practique la masturbación de sus genitales, puesto que esto podría hacer que lo siga practicando aún con más ímpetu y además, causarle daños psicológicos de los que ya hemos hablado líneas arriba.

Fuente: Educasexo.com


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